jueves, 9 de febrero de 2012

18. Bye bye Australia



Tras un año en el país me siento nostálgico cuando pienso que se acabó lo que se daba. Estoy más que contento de haber acertado en venir para tanto tiempo. La experiencia ha sido extraordinaria y el pelotón ha vivido momentos únicos, momentos que solo pueden vivirse en las largas y solitarias carreteras australianas. Porque pocos países poseen tanta riqueza natural endémica como Australia. También posee una trágica historia y una larga lista de atropellos cometida por el hombre blanco sobre el pueblo aborigen. Hoy en día se está tratando de arreglar la chapuza pero no es fácil. Las heridas son profundas y solo el trabajo duro y comprometido de las futuras generaciones podrá devolver a los dueños de estas tierras su dignidad pisoteada.
Cruzar en solitario el outback central me dejó una huella que nunca se me borrará y recorrer la costa oeste con Eve marcó el inicio de una nueva era. Si algo se palpa en Australia es libertad y soledad y acampar noche tras noche bajo cielos de postal ha sido una mala costumbre de cara al futuro. Los cielos australianos están vivos de miles de especies diferentes de pájaros, encantados de cantar a coro y es que Australia suena a laughing kokaburras, a cockatoos, a … y eso es lo que me gusta de Australia: Australia es solo Australia
Aquí hemos recibido nuevas lecciones que gustosamente hemos adquirido sin rechistar. Lecciones que bien nos servirán en el futuro.
Y qué decir de los australianos blancos de hoy? Son gente sencilla, campechana, tranquila, relajada. Hemos tenido la suerte de haber conocido tanta y tan buena gente que nos vamos con un recuerdo muy especial.
Si además puedes cubrir gastos y salir con más dinero que con cual entraste, pues entonces ya no se puede pedir más.
Pero a pesar de la nostalgia una parte de nosotros, la más nómada, se revuelve en la silla con los ojos iluminados cuando contemplamos de nuevo el mapa de Asia y cuando pensamos de nuevo en el caos, el ruido, la gente, la vida en las calles, la comida rica y barata, en definitiva, la sal de la vida.
Nos queda el consuelo de la larga lista de amigos que dejamos y la excusa para volver a visitarlos, y entre todas las visitas una muy especial: la de nuestra familia australiana de Perth.

Gracias por todo lo que nos has dado Australia. See ya mate!

17. Viva el café con leche!

Han pasado 3 años desde que aterrizaba con Iñigo en El Cairo (Egipto), 2 desde que nos relajábamos en compañía de Salva en Luang Prabang (Laos) y 1 desde que escapaba del gran terremoto de Christchurch (Nueva Zelanda). Con el paso del tiempo algunos viajeros pierden el interés y la motivación con la que un día salieron de sus casas. Creo que es normal. Sin embargo en mi caso no veo aún ningún síntoma de agotamiento y sigo con la ilusión del primer día. Hace timpo que siento que el viaje dejó de ser unas simples vacaciones largas. El viaje es algo más. Cumplir un sueño es algo que no se paga con dinero. Pero tampoco es gratuito. Por viajar he renunciado a casi todo lo que tenía cuando decidí que yo lo que quería no era sobrevivir en la seguridad ficticia de una jaula de oro sino vivir en la austeridad de una existencia lo más libre y feliz posible.

Y no son los paisajes de ensueño lo que más me atrae sino la magia de las casualidades. Como la que nos sucedió aquella mañana de agosto en la cocina de un camping de Coral Bay cuando una cafetera nos unió para siempre con Artie, Orson, Alby, Sally y Hakan. Son encuentros como estos los que resetean el paso del tiempo y dan la razón a aquellos que aseguran que las personas son el mejor souvenir.

La lección de generosidad infinita y amistad que nos ha ofrecido esta familia ha sido una de las mejores experiencias de nuestras vidas. Es tanto el tiempo pasado con ellos que es lo más cerca a ser padres de lo que vamos a estar nunca... Solo nosotros sabemos lo que vamos a echar de menos a nuestra familia australiana.

Por los encuentros. Por el café con leche. Por ellos.

16. Querer es poder

Dicko es un amigo de nuestro amigo Dave. Al igual que al hiperactivo Dave a Dicko le gusta navegar en un velero de fabricación casera, entrenar en un rocódromo para luego escalar los acantilados, caminar por la montaña, remar en kayak, nadar y ciclar en un tandem. A Dicko le gusta conducir un sidecar por las solitarias e inmensas playas y tocar como los ángeles la guitarra acústica.

Hasta aquí nada especial. Lo que hace a Dicko diferente es el hecho de que es invidente.
Y es que es bien sabido que si podemos soñarlo podemos hacerlo...

15. En busca de los árboles gigantes

Tras la parada técnica de Perth, de donde hemos salido más descansados, más acostumbrados a los lujos de una casa y más ricos, llega la hora de estirar un poco nuestros agarrotados músculos. De cara a nuestro inminente asalto a Asia decidimos dar un círculo de 1.200 km a lo largo de la bonita región del sudoeste.
Y como es habitual en nuestro periplo australiano, no será fácil meteorológicamente hablando. Salimos a principios de enero en uno de los veranos más calurosos que se recuerdan. El interior es una amplia zona de granjas y ganadería con montañas...

... y el vacío habitual al que nos tiene habituados


Pero una vez que se llega a la costa el paisaje cambia por completo. Me atrevería a decir que es una de las zonas más bonitas de lo que he visto en Australia. Es una combinación de azules chillones,


verdes frondosos,

y playas desiertas,


y espectaculares por doquier


Pasamos la peor ola de calor de los últimos 35 años y toca pedalear por encima de los 40 grados varios días. Esto alimenta los temidos incendios forestales, que llegan muchas veces hasta las mismas puertas de las casas...

Al menos tenemos el consuelo de atravesar los dominios de los karris, los árboles gigantes que además de sombra nos alegran la vista. Después de miles de kilómetros sin ellos por fin ciclamos entre árboles, todo un acontecimiento




La costa occidental está llena de apartadas playas donde bajamos nuestra temperatura corporal. Alrededor de Margaret River se hallan los famosos y aclamados viñedos  que dan de beber a los australianos de buen paladar


Una vez que uno llega a la Geographie bay el mar no pierde la belleza pero se torna dócil.


Nosotros aprovechamos para visitar a viajeros que conocimos meses atrás y de paso escondernos del aplacante sol de verano.


Ha pasado un mes y echamos de menos a nuestra familia australiana. Es hora de volver a casa, es hora de volver a Perth.

14. Historias de Perth

Ha pasado mucho tiempo desde la última actualización del blog y es que hemos andado ocupados en asuntos menos interesantes.
El ministro de economía de Cyclotherapy obligó al pelotón a llevar dinero a casa porque “no pensareis que comeré alfalfa el siguiente año”, les dijo... Así que el pelotón hizo de todo: recogió fruta, limpió casas, mansiones, bares, tiendas, puso parqués, cuidó niños, hizo de jardinero... Vivió austeramente y ahorró mucho, en parte porque una familia maravillosa le hospedó gratuitamente una buena temporada y porque el resto del tiempo pudo vivir también sin pagar en casa de otras personas que se iban de vacaciones a cambio de cuidarles el jardín, el gato o ambas cosas a la vez en su ausencia...De esta forma con la llegada del nuevo año el ministro contó las monedas obtenidas en tres meses de esfuerzo y dio el vistobueno al fin de la mala vida. El pelotón lo celebró con vino australiano y con los preparativos para la vuelta a la carretera. 
La estancia en Perth se convirtió en una buenísima y maravillosa experiencia, que no habría sido la misma si no hubiéramos conocido a Hakan, Sally, Alby, Orson y Artie y tantas otras extraordinarias personas que siempre nos ayudaron en todo lo que les fue posible: Jeff, Marie, Rob, Kelly, Luke, Kirsten, Alicia, Dave, Nick, Cathy, Rob, Sunnie, Sonja, Colin, Eddie, etc. Y cuando ya éramos unos vecinos más del barrio y nos movíamos con absoluta naturalidad por la ciudad la llamada nómada nos despertó del sueño llamado Perth.

Con mucha pena pero con mucha ilusión al mismo tiempo iniciamos la última etapa de este amado país.

jueves, 15 de septiembre de 2011

13. Peeeeeeeeeerth! Evelin is a champion

Pero un día aparece el milagro. Los colores cambian y la vida parece que despierta


Empiezan a aparecer los primeros árboles


Y vemos los primeros contrastes de colores diferentes: azul, blanco y...VERDE!


Parece que la travesía por el desierto está llegando a su fin


Pero tampoco será fácil. Por Kalbarri y Geraldton el viento se endurece aún más y tocará pedalear varias jornnadas contra un viento inhumano provocado por un frente frío situado en el sur...


...un viento sur que ya de por sí sopla con fuerza durante todo el año para desgracia de los árboles del lugar

Pero tras la tormenta, la calma


Y los bosques traen paz a ciclistas...


... y otros ilustres vecinos



Y a quien querría homenajear es a Evelin...


Porque los 5.091 km que hemos pedaleado desde que salimos de Darwin no han sido precisamente sencillos. Anteriormente jamás había pedaleado con tanto peso (por el agua y comida), en paisajes tan monótonos y con tantísimos kilómetros contra el viento. Y apenas ha tenido momentos de debilidad. Se merece una matrícula de honor en este duro debut. Después de esto casi todo le resultará fácil. Salvo la alta montaña nada debería asustarle...


Ahora que estamos en Perth, en casa de buenos amigos, calentitos mientras fuera llueve, nos dedicaremos a descansar, una vez acabado de actualizar este humilde blog, y proseguiremos la ruta por el sur hasta una localidad con un nombre esperanzador: nos vamos a ESPERANCE.

Os mandamos un fuerte abrazo. Hasta pronto.

12. Pero al menos no estamos solos